domingo, 27 de julio de 2008

Non Credo

Una reflexión a tiempo parcial que lleva por título Non Credo (frente al Credo católico).



Si tuviéramos que considerar la posibilidad de realizar un Credo de la actualidad, podría configurarse en las siguientes cuatro afirmaciones, extractadas de una pregunta que le hicieron al Papa Ratzinger en el avión que lo llevaba a Australia recientemente:

Creo que no necesito a Dios.
Creo que puedo hacerlo todo por mí mismo.
Creo que no necesito a Dios para ser feliz.
Creo que no necesito a Dios para crear un mundo mejor.


Cuatro afirmaciones básicas de un Non Credo que se resumiría en una regla de oro: creo que Dios no es, en absoluto, necesario.
Ciertamente, para una persona no creyente, estas afirmaciones pueden llevarse a cabo sin mayor problema. Pero me pregunto qué puede pensar un no creyente ante otra afirmación de Ratzinger: no podemos ser realmente felices, no podemos promover realmente la justicia en todo el mundo, sin un criterio en nuestras ideas, sin un Dios que sea justo, y nos dé la luz y la vida. Me parece muy interesante esta idea porque, en efecto: ¿cuál es el criterio que orienta la vida del no creyente? Hablando, por supuesto, de un no creyente coherente, entendiendo por tal aquella persona que carece de cualquier atisbo de doctrina cristiana en su vida. Un Nietzsche, por ejemplo.
Lo digo porque me parece que hoy en día muchas personas que no se reconocen creyentes viven en la inercia valorativa que ha aportado a la humanidad occidental el cristianismo durante dos mil años. Pero esa inercia toca a su fin a medida que el cristianismo se debilita, lo cual es un hecho patente. Y me pregunto ¿cuál es el criterio que regirá las ideas de la nueva generación?
Para el cristiano, estaba claro: el amor. Y la luz y la vida que aporta Dios mismo en la persona de Cristo. Pero dentro de 20 ó 30 años ¿qué luz habrá en la sociedad? ¿Qué tipo de vida? Pienso, por ejemplo, en la piedad filial: ese sentimiento de vínculo fuerte que une a los hijos con sus padres. Es una herencia pasada que no tiene necesariamente por qué ser así. Ejemplos hay muchos: basta pensar en las inseminaciones artificiales con donantes anónimos (fecundación a la carta). Ese sentimiento de piedad filial, en definitiva, no tiene por qué seguir siendo así, como de hecho ya no es así.
Yo, personalmente y hoy por hoy, lo tengo claro en mi propia vida. Pero con este texto, invito a la reflexión a quienes no creen o, mejor aún, a quienes forman parte de la gran mayoría de españoles que integran su vida, aún sin saberlo, en los últimos coletazos de la inercia cristiana en la sociedad actual. Es un debate apasionante que me gustaría tener con quienes no pensáis como yo, porque el futuro es de todos nosotros y el mañana será lo que queramos hoy que sea.

miércoles, 23 de julio de 2008

Sastre: triunfo de la humildad

Me encanta la portada de ABC de hoy, 28 de julio. Aún a riesgo de que me metan un paquete por difundir la fotografía, no puedo dejar de ponerla en el Blog.Eso sí, indicando que la fotografía es de la maravillosa Agencia EFE, y que es la portada,como digo, de ese peasso diario que es ABC




¿Por qué me gusta? Por el título, por lo que implica, por lo que se ve y se intuye: un tío trabajador, con sus hijos en línea y esa pedado de alianza que brilla en su mano derecha y que reposa sobre el hombro de su niña: sí señor, una foto bonita.

Tabaco

Venía de camino a la facultad fumándome un purito de estos que me gustan a mí, después de haber comido en el piso y haberme tomado un cafelito con hielo (made in Home. Antes de ponerme con la tarea, he visto este vídeo de Los Morancos sobre la Ley Antitabaco. Hace tiempo que no lo veía, pero tiene toda la gracia. Me he acordado mucho de Luis Núñez cuando lo he visto. Luisito: un abrazo y para tí.



Premio Joaquín Romero Murube

Se trata del premio que le han concedido a Juan Manuel de Prada por su artículo en ABC: Resucitar en Sevilla. Como recordaréis, ya lo puse en mi blog, porque me pareció un texto delicioso. Aquí os lo pongo de nuevo, remomorando ese tiempo grandioso y espectacular que es la Semana Santa en la muy noble, muy leal, muy heroica, invicta y mariana ciudad de Sevilla.




Publicado en ABC, Lunes de Gloria de 2008

Resucitar en Sevilla


POR JUAN MANUEL DE PRADA
Entra por mi ventana, en la mañana del Domingo, la exultación del bronce, todas las campanas de Sevilla anunciando que Cristo ha resucitado. En Sevilla la Semana Santa no es triste porque, como explicaba Antonio Burgos en su prodigioso pregón de este año, «hemos visto muchas veces esta película, siglos la llevamos viendo. Y sabemos que termina bien. Vamos, divinamente, porque es cosa de Dios. Sabemos que, aunque lo pase muy malamente, al final el bueno, el Muchacho, el hijo de la Señora Guapa, gana y se sale con la suya, que es morir para salvarnos. Y que después, además, resucita el Domingo». Y esta alegría presentida de la Resurrección, que es el Evangelio popular de Sevilla, es la que uno encuentra en cada esquina, la que asoma a los balcones engalanados, la que guía los pasos de los costaleros, la que trepa hasta las nubes, suplicando que no llueva. El hombre no puede caminar sin apoyarse en algo; y ese apoyo se lo brinda la fe. Cuando esa fe se agosta, el hombre cae en la desesperación, una desesperación que empieza por dominar los espíritus más escépticos, para acabar anegando a la sociedad entera, haciéndola no sólo impotente al esfuerzo vital, sino también poseída de una sorda sed de destrucción. Esa desesperación pagana fue la causa del derrumbe del Imperio Romano; y en nuestra época neopagana la desesperación vuelve a hincar su garra en el alma humana, vuelve a invadir con su lúgubre grito las cámaras del corazón. Y esta nueva desesperación que nos ataca es, como sostiene el gran Leonardo Castellani, «mil veces más acre y sacrílega actualmente que en el paganismo precristiano, pues entre éstos y aquéllos ha pasado nada menos por el mundo la Esperanza hecha Carne; y, voto al cielo, no ha pasado en vano».
Que no ha pasado en vano lo certifica este forastero en Sevilla. En la noche de Jueves Santo, como nos anuncia el pregonero Antonio Burgos, «Sevilla hace público juramento de fe y credo, sacando a la calle su portento de religiosidad popular». La desesperación pagana flaquea y retrocede ante la imagen de ese Cristo del Gran Poder, vecino de San Lorenzo, que sale a la noche con la Cruz a cuestas, a hombros de los costaleros que imprimen a su avance un andar casi humano de tan sobrehumano. Se hace un silencio encogido, y a los rostros de los circunstantes asoma una lágrima, que es el agua lustral que lava las legañas de la desesperación, un agua brotada del manantial más profundo de nuestra genealogía, allá donde el hombre se reconoce al contemplarse en el rostro de ese Nazareno que tiene por oficio salvar el mundo. Lo sigue su Madre bajo palio, envuelta en un olor de incienso y colmena derretida, escoltada de cirios que son un llanto trémulo y una promesa de luz. Y, de repente, rasgando las tinieblas, como un puñal purísimo, suena una saeta que es una oración en carne viva en la que cabe el innumerable dolor del mundo; y a lo lejos, en la penumbra de una casa, detrás de una reja, una anciana se santigua, porque Dios pasa por su calle.
La otra noche, mientras contemplaba el paso de una procesión desde el florido balcón de la casa donde me hospedo -la Giralda al fondo, apuntando a las estrellas-, reparé en una hermosa mujer rubia que avanzaba entre la multitud, como Ingrid Bergman en aquella película de Rossellini. Había en su avance algo de locura sagrada, una voluntad más firme que su mera envoltura carnal; había en su mirada una determinación que la incendiaba por dentro, tornándola ascua de una fe milenaria. Y, como si esa determinación contagiara de un sentimiento reverencial a quienes la rodeaban, la multitud se retrajo para que aquella mujer pudiera alcanzar el paso de la Virgen. Y vi a la mujer aferrarse al paso de la Virgen, la vi llorar sigilosamente y rezar una plegaria elemental, aprendida seguramente en la infancia, la vi perderse entre la comitiva, como prendida al manto de la Virgen. Y, mientras veía alejarse a esa mujer santa o pecadora por las calles de Sevilla, ensimismada en su oración, hermoseada por la llama rubia de su fe, pensé que acababa de pasar ante mis ojos la Esperanza hecha Carne; y, voto al cielo, también pensé que no había pasado en vano. Aún es posible resucitar en Sevilla; aún la desesperación no ha ganado la batalla.

Curiosidad

Por cierto, viendo el tema de los títulos de la ciudad de Sevilla, ahí va lo que dice Julio Domínguez Arjona, en la web de D. Antonio Burgos: http://www.antonioburgos.com/antologia/semana_santa/anecdotas/mariana.html




Hasta el año 1946,. Sevilla tenia los títulos , otorgados por reyes: Muy Noble concedido por San Fernando; Muy Leal, concedido por Juan II; Muy Heroica, por Fernando VII e Invicta por Isabel II. Lo del "NO8DO" , lo puso Alfonso X el Sabio , antes Burro ( la calle Alfonso X el Sabio, fue antes la conocida calle del Burro ). Pues bueno, mediados de los años 40 y coincidente con la proclamación de la Virgen del los Reyes como Patrona no sólo de Sevilla, sino de su archidiócesis , el inminente dogma de la Asunción de la Virgen y que estábamos en "La Tierra de María Santísima",a iniciativa de la Hermandad de San Bernardo y más exactamente del entonces su hermano mayor, Don Antonio Filpo Rojas, lanzó la propuesta de que en el escudo de la ciudad apareciera el titulo de Muy Mariana.

Dicha propuesta tuvo una unánime acogida en la corporación municipal de la época y desde 1946, Sevilla es por derecho propio y por la iniciativa de la hermandad de San Bernardo, MUY MARIANA.-

Reencuentro

Hoy estoy especialmente contento porque me he vuelto a reencontrar con la poesía, que era una actividad bastante olvidada en mi interior. Ya sabéis algunos de los que tenéis conciencia de mi afición que no soy Alberti, Garcilaso ni Bécquer. Pero me gusta expresar mis sentimientos, de vez en cuando, en forma de versos libres y de rima, normalmente, asonante. Ahí va, espero críticas constructivas para mejorar. No tiene título, así que si me sugerís uno que me guste, lo estudio. Poner título a todo es lo más difícil de escribir, desde mi punto de vista.


Qué tienen tus ojos, niña,
esos ojos tuyos que iluminan
la vida, y ¡tanto brillan!
que dan luz al que camina
por esta alegre veredilla.

¿Qué tienen tus ojos?
Tienen soles de oro y lunas de plata;
flechas de azabache y miradas
que roban y hieren el alma

No me apagues, niña, los luceros,
no cierres tus ojos bellos,
que entonces cae la noche,
y envuelto en manto de hielo
se duerme el corazón, frío y yerto.

martes, 22 de julio de 2008

¿Por qué tienen que sufrir los niños?

Me ha llamado la atención esta historia que encontraréis en www.opusdei.es

La historia del Caballero Antek

“Mamá, ¿me voy a morir?”, preguntaba Antek. La enfermedad y el dolor de un niño pequeño es un interrogante de difícil respuesta. Antek, de cinco años, le encontró un sentido. Esta es su historia.




Nadie quiere que estas cosas ocurran, pero ocurren. Durante las vacaciones de verano, al “Caballero Antek” le dolió el estomago y se le quitaron las ganas de jugar con sus hermanas Marysia y Rosa. Se quedaba en la cama y lloraba.

Sus padres le llevaron a Urgencias, donde con una inyección le calmaron los dolores. “No le gustó nada -explica Dorota, su madre-, pero le alivió el dolor del estómago. Pensamos que sería algo puntual, pero cada vez volvíamos con más frecuencia al Hospital”.

Cuando terminaron las vacaciones, Antek comenzó a ir al colegio. Pronto se ganó a todos los profesores y compañeros, con su alegría y educación. Siempre jugaba a ser un caballero andante, y se comportaba como tal.

En su familia y en el colegio Sternik, una obra corporativa del Opus Dei en Varsovia (Polonia), rezaban por la salud de Antek. Algo no iba bien. El niño, en cambio, rezaba por otras muchas cosas, más o menos serias: por la paz en el mundo, por sus hermanas, por su equipo de fútbol...

Finalmente, los médicos se decidieron a operarle de apendicitis. Parecía la solución, pero sólo fue el inicio de ataques más fuertes de dolor de estómago.

- ¿Por qué tengo que estar en el hospital? –preguntaba Antek- ¿Por qué estoy enfermo?

Su madre, que no tenía muchas razones que darle, intentó explicarlo así:

- Hijo mío, si Jesús te mirase y te preguntara: “Antek, ¿me ayudas con la Cruz?”. Tú, ¿que le dirías?

- Pues.... bueno, que sí.

- Pues te lo está preguntando ahora.

Un sacerdote amigo de los padres de Antek fue a visitar al niño. Habló con él y le regaló un crucifijo pequeño, de madera. Desde entonces, Antek lo llevó siempre en la mano cuando le iban hacer una prueba o cuando le llevaban a la sala de operaciones.

Las enfermeras veían que el niño se acercaba la mano a la boca y le oían susurrar: “Jesús, confío en ti”.

El día que les iban a confirmar la diagnosis definitiva, Dorota cuenta que se dirigió al despacho del médico lentamente, al paso de una mujer en el noveno mes del embarazo. “Es un cáncer –les dijo el doctor a los padres-. Mañana empezamos con quimioterapia”.

El Caballero Antek se enfrentó con valentía y muy pocas fuerzas a este temido dragón. Sin pelo, con vómitos y débil, preguntó:

- Mamá, pero ¿qué me pasa?

La madre le dijo la verdad:

- Tienes una enfermedad que se llama cáncer. Los médicos van a intentar curarte, pero tienes que saber que a veces no lo consiguen.

- O sea, que me puedo morir.

- Bueno... como todos, como papá, como yo... Pero solo Dios sabe en qué orden.

El niño no añadió nada. Sólo se giró, tomó de la mesa su crucifijo y susurró otra vez: “Jesús, confío en ti”.

La madre puso en marcha una cadena de oración: en la familia, entre los amigos. Cada día, recibía diferentes SMS en su móvil: “Hoy he ido a misa por Antek”, “Haré unos minutos de oración por tu hijo”... Dorota pedía oraciones a cualquiera. Un día, al bajarse de un taxi, dijo al conductor:

- “Mi hijo se está muriendo. ¿Podría usted rezar por él?“

Rezó e hizo rezar. Quería presentar a Dios “toneladas de oración”.

Antek luchó mucho contra el cáncer. Algunos días estaba fuerte y corría por todo el hospital como un rayo, revolucionándolo todo. Otros, sólo tenía fuerzas para ver la tele.

Y maduraba rápido. Cada vez con más frecuencia, preguntaba a su madre sobre la muerte, el Cielo, el porqué del sufrimiento.

- Mamá, ¿qué se hace en el cielo?

- Juega, corres con la bici, te diviertes con Dios...

La madre asegura ahora que las “toneladas de oración” dieron a Antek un descanso antes del final. Durante unos días, se encontró perfectamente, corría de aquí para allá, paseaba, había recuperado la felicidad...

Pero los médicos sabían que el cáncer seguía creciendo, cada vez más rápido, y aconsejaron a los padres que lo llevaran a casa, donde se encontraría más tranquilo durante sus últimos días. Allí, recayó de nuevo.

Antek disfrutó del ambiente familiar. Desde su cama veía a su madre preparar la cena, a sus hermanas hacer los deberes, a su padre leyéndole un cuento.

Un día llamó a su hermana Róża, con quien a veces peleaba:

- Róża –le dijo-, eres tan bonita y tan buena. Yo te quiero, acuérdate.

En otra ocasión, su padre le dijo llorando:

– Hijo mío, si pudiera, moriría por ti.

El chico sonrió con dificultad y le respondió:

- Pero soy yo quien va a morir por ti.

Antek tenía 6 años y 9 meses.

Murió poco después a las siete de la mañana. En su tumba, un amigo dejó escrito: “Gracias Antek: nos enseñaste a aceptar el dolor que llega sin saber por qué. A sostenernos con la fe. A aceptar la voluntad de Dios y confiar en Él”.

domingo, 13 de julio de 2008

Fotos de Almagro 2007

Ayer me recordó el Sr. Gomez los días que pasamos en mi Almagro querido (en las 30.000 como dice Joseman) el año pasado por estas fechas, con la fresquita del campo. Y me ha mandado unas fotos estupoendas de las que he seleccionado las más púdicas, jaja. Ahí van:


Servidor y el ingeniero-jefe Sr. Núñez



Chupando cámara con el otro infeniero-jefe, Sr. Gómez



Foto artística Copiraich Foto José Manuel


El menda, haciendo el ganso-cisne.


Ñuñe y Gome en remojo


Por último, los cuatro magníficos.

Sofía nació con 475 gramos en Méjico

Una noticia impactante del ABC de 15 de julio:

Sofía, una niña que nació a los cinco meses de gestación, con un peso de 475 gramos y un tamaño poco mayor que la mano de un adulto, ha cumplido cuatro meses y pesa 2,9 kilos y es el primer neonato de esas características que sobrevive en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo hoy la institución.

La foto de la niña cuando nació es impresionante:



A este paso, no me cabe duda de que la ciencia alcanzará tal desarrollo que podrá hacer que un niño de pocos meses de gestación pueda seguir su formación fuera del útero materno. Es una buena noticia para aquellas madres que por múltiples circunstancias, no pueden tener una gestación normal.

Espero que se reabra el debate de la vida del bebe con este tipo de avances.

Unas cuantas fotos de la Gira por Alemania

Aquí pongo unas cuantas fotos de nuestro viaje alemán... pero me faltan las fotos de Luis, que está de feria el nota, en La Línea.



Aquí con el leuro, que para algo estábamos delante del Banco Central Europeo (Frankfurt)




En Römerplatz, Frankfurt




Peasso foto del Sr. Gómez García del sky line de Frankfurt por la noche




Otra foto del artista invitado esta noche, Sr. Gómez, alias Vecino. ESta vez en Bonn, delante de la Münster Basilika y através de una estatua de Chillida.




En Colonia, a orillas del Rhin.




Una foto de monumentos:
en primer plano,Belén Pla (Monumento Nacional)
en segundo plano, Luis Núñez (Cabeza perdida del Monte Rushmore)




Por último, una imagen de Aachen: la fuente que más nos gustó para jugar.

La promesa se cumplió adecuadamente.

La promesa ya está redactada más abajo.

Muy interesante: la corbata.

Una página web interesante que da consejos prácticos sobre cómo vestir correctamente la corbata: http://www.protocolo.org/gest_web/proto_Seccion.pl?rfID=204&arefid=631

1. La corbata nunca debe sobrepasar la cintura del pantalón. No debe asomar por encima del cinturón ninguno de sus extremos.





2. La parte más estrecha de la corbata, no debe verse nunca por detrás de la parte ancha.





3. Los nudos de la corbata deben estar siempre apretados y ajustados al cuello que no sea vea el botón superior de la camisa. Conviene llevarlo abrochado.





4. No iguale el dibujo de la camisa con el de la corbata. Por regla general, con sus excepciones, a camisas estampadas corbatas lisas y a camisas lisas corbatas estampadas.





5. Evitar, al menos en actos muy importantes, utilizar camisas de botones al cuello con las corbatas. Son mucho más elegantes las camisas sin botones en los cuellos.




6. No utilice nudos grandes con cuellos de camisa pequeños y viceversa.




Las corbatas nunca se deben lavar, ni meter en la lavadora. Si por cualquier razón se manchan, deberá limpiarse en seco (tintorería). Procure no guardar nunca las corbatas con el nudo hecho, Lo mejor es colgarlas en un corbatero para que permanezcan estiradas y sin arrugas.

La guerra de las galaxias

Pues no, no es una máquina de La Guerra de las Galaxias. Es una máquina inmensa que se utiliza en Alemania, y en mas sitios, para la extracción de braunkohle (creo que se traduce por carbón marrón). Se trata de unas minas inmensas a cielo abierto de este material que se extrae con estas impresionantes máquinas. Según me ha comentado quien sabe del tema, es uno de los secretos de Alemania para la producción de energía con material autóctono.

Aquí unas fotos.











sábado, 12 de julio de 2008

Lo prometido es deuda

He aquí los argumentos esgrimidos por Justino Sinova, en su columna "El revés de la trama". El título del artículo es: Eso que llaman muerte "digna", El Mundo, 11.07.2008 Los altero un poco porque me parece que en estos temas tenemos que ser más positivos.





1.- La eutanasia surge como una cuestión que quiere dar salida a un dilema humano esencial y que a todos nos afecta sin excepción: la muerte y, como antesala, el dolor que conduce a la muerte.

2.- Frente al dolor, el ser humano manifiesta un rechazo natural que, en la ciencia médica, se traduce en la lucha frente a este fenómeno natural. Una lucha que tiene dos puntales básicos:
a) los cuidados paliativos del dolor, que evitan al enfermo sufrir.
b) la evitación del encarnizamiento terapéutico, de forma que no se alarge la vida innecesariamente del paciente que ya ha llegado al final de su vida.
Ni los cuidados paliativos del dolor ni la evitación del encarnizamiento terapéutico son eutanasia.

3.- La eutanasia va más allá de los cuidados paliativos y la evitación del alargamiento artificial de la vida. Cruza una barrera esencial que la configura como un fenómeno distinto de los anteriores: la producción de la muerte del paciente por la intervención de un tercero (médico o no). En otras palabras, la eutanasia supone un acortamiento de la vida voluntariamente perseguido: acabar con la vida de una persona. El verbo en estos casos experimenta un cambio fundamental: se pasa de morirse uno a que lo maten, aún con consentimiento.

4.- La nobleza o indignidad de los tratamientos médicos al final de la vida tienen como fiel de la balanza este dato esencial: la producción de la muerte. Porque, como se ve, la eutanasia no busca paliar el dolor o no prolongar artificialmente una vida. Su fin último es producir la muerte, truncar una vida.

5.- Las palabras tienen una gran importancia porque se denomina a la eutanasia muerte digna. Evidentemente, cualquier persona con dos dedos de frente y que no se pare a pensar un poco qué supone el fenómeno, se situará en favor de la dignidad. Todos estamos a favor de la dignidad. Y tan importante es el lenguaje que lleva incluso a una "falacia eutanásica": si la eutanasia es la muerte digna, entonces la muerte que no es eutanásica ¿es indigna? Es decir: la muerte de la persona que es tratada con cuidados paliativos hasta su muerte ¿muere indignamente?

6.- En definitiva, el problema que se supone que viene a resolver la eutanasia es real: el dolor. Todo ser humano debe luchar contra el dolor de sus semejantes. En especial, los médicos. Buscar medios que supongan un alivio del sufrimiento del paciente. La evitación del dolor encuentra hoy su más adecuada respuesta en el desarrollo de los cuidados paliativos que permiten al enfermo y a su familia vivir el proceso de la muerte como fenómeno natural que es. La eutanasia sólo ofrece un adelantamiento de la muerte, que borra el dolor porque borra la vida.

7.- En conclusión: para ahorrar el dolor que conduce a la muerte ya tenemos los cuidados paliativos, que son un gran progreso social. Pero la eutanasia no palía, sino que acaba con la vida, de forma que parece más interesante el desarrollo de tales cuidados paliativos que son, sin duda alguna, más dignos.

Aviso a navegantes: hoy en España algunos ideólogos de izquierda (una minoría interesada que no representa a la izquierda) intentarán pasar por cuidados paliativos lo que no es más que la producción de la muerte. Es importante reflexionar sobre esta cuestión para que no den gato por liebre.

La felicidad no se mezcla con la política.

Desde luego, da para mucho leer un periódico cuando uno se aburre en el Aeropuerto de Hahn (suena Jaaaaaaan). Lo de Frankfurt no lo pongo porque me suena a cachondeo.

Este artículo es muy interesante. Os pongo el título y la dirección (cortar pegar, cuando sepa poner links lo haré).

Los proveedores de la felicidad, de Javier Redondo en El Mundo

http://reggio.wordpress.com/2008/07/11/los-proveedores-de-la-felicidad-de-javier-redondo-en-el-mundo/





Os pongo la idea que más me ha gustado y que trabajaré estos días tranquilamente; es de Julián Marías y tiene mucho que ver con el pesimismo (ein, Sr. Gómez y Sr. Núñez? Qué casualidad ver esto hoy...):

"(...)la pista que aportó con su habitual brillantez el filósofo Julián Marías en La felicidad humana. Me refiero a la relación entre felicidad e ilusión: el método para obtener felicidad es el cultivo de la ilusión".

Me parece que bien aprovechada esta idea, puede dar unos resultados muy jugosos.

Otros párrafos interesantes:

"(...)cuando un líder reduce todo su discurso a la fabricación de una realidad -que, por otra parte, tiende enconadamente a creerse, dado que la felicidad es igualmente una cuestión de vocación-, ignorando los males que acaecen fuera de su virtualidad, lo que persigue es mantener en los niveles adecuados la satisfacción de los ciudadanos, aunque ésta no se sostenga sobre criterios racionales sino puramente emocionales e ilusorios".

"No obstante, en principio, estamos ante la tecla que tiene que tocar cualquier político que se precie: el cultivo de la ilusión que, trasladado a la prosa política y mundana, significa únicamente la puesta en circulación de un nuevo producto presto a ser consumido con avidez: la felicidad".

"Además, el discurso basado en la felicidad sortea con notable éxito los problemas livianos y ejerce un poderoso influjo sobre quien lo consume, tanto que, sin llegar a ser adictivo, al menos es contagioso -o, como mínimo, obligatoriamente contagioso-. Puesto que ¿quién sería tan estúpido de renunciar voluntariamente a ser feliz? ¿Quién sería tan mezquino como para, aparte de renunciar a su felicidad, poner en riesgo también la de los demás? Aquí está parte de la trampa que nos tienden los vendedores de felicidad al por mayor. Han incorporado a la política elementos de la religión y de la antigüedad: la creencia basada en la fe y no en los hechos, el discurso abstracto y metafórico, la prédica, el mesianismo, el culto y, sobre todo, la herejía. Un hereje político es hoy quien osa cuestionar el pensamiento de Alicia".

Y basta... leedlo que es corto y muy interesante.

lunes, 7 de julio de 2008

El siniestro

Aquí algunas declaraciones de este personaje siniestro. Y el tío va y dice que los católicos somos oscurantístas!! Tú si que eres un oscurantista, macho. En esta fotos le pareces a Moisés con las Tablas de la Muerte.



Gaceta, 7 de julio de 2008
Santander.- El doctor Luis Montes, ex jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, reclamó hoy que se produzca "ya" en la sociedad española un debate "sereno" y "sosegado" sobre la "muerte digna", si bien advirtió de que "los derechos no se consensúan".

El médico anestesista realizó estas reflexiones en la inauguración del seminario 'Muerte digna, asistencia ante la muerte', que dirige esta semana dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En su intervención, Montes advirtió, no obstante, de que el debate no tiene por qué ser "consensuando" ya que "los derechos no se consensúan, se conquistan", y "menos aún" con "quienes pretenden usar el consenso para limitar el alcance del progreso social".

"No buscamos ningún grado de consenso con opiniones tan alejadas de las nuestras", aseveró el doctor Montes, en alusión a "posiciones de rancia tradición que consideran al ser humano como usufructuario de la vida" y la vida como un don "divino". "Nosotros creemos que la vida es un derecho", afirmó.

Además, sostuvo que el "empeño de las fuerzas de la reacción" contra este tema se debe a que "tienen el objetivo de que no haya una sociedad libre", ya que, aseveró Montes, "sólo los hombres libres forman sociedades libres".

El doctor agradeció la invitación de la UIMP a impartir este curso por abordar un tema que "suscita planteamientos más basados en la visceralidad" que en la "racionalidad", y remarcó que en otras sociedades se han producido "debates serenos sobre la muerte" sin que esto haya supuesto su "desmoronamiento".