domingo, 25 de enero de 2009

Ohhhhbama


No es por nada, pero ¿de verdad que lo más urgente que había que hacer en Estados Unidos es descongelar las ayudas federales a las asociaciones abortistas?



Que Mr. Obama sea proabortista es algo conocido. Pero que sea de las primeras decisiones que toma en las primeras 100 horas como presidente me escama cantidad. Ojalá me equivoque, pero quizá estemos ante un Zapatero negro. Aunque si es así, a ver si pone también ayudas para el alquiler: tengo otra cama libre en el piso. Y José Luis no está nunca.
Ohhh, sorpresa: un minuto después de escribir lo de arriba me encuentro con el programa de "Derechos Civiles" de Mr. Obama. En efecto, es el Zapatero negro. Dos links:
1.- A un blog que traduce el tema pinchando AQUI
2.- A la página de la Casa Blanca donde habla de estos derechos civiles AQUÍ
Sobre derechos civiles habla hoy Carrascal en ABC de hoy: muy bueno. Ahí va el artículo:

O sea que la crisis económica era una mera turbulencia ¿eh?. Pues está resultando un temporal como el que barre el norte del país. Peor incluso, pues se extiende por todo el territorio, yendo a más. Y todavía hay quien cree a Zapatero. Pero olvidemos por un momento la economía, para contemplar el resto del panorama, Una actriz de cuyo nombre no quiero acordarme declaraba hace poco que «en derechos civiles, España gana a Francia». Demostrando no saber qué ocurre en España, donde ha nacido o qué ocurre en Francia, donde ha rodado alguna película. Aunque lo más probable es que no sepa lo que son los derechos civiles.

Derechos civiles no es tener unas leyes audaces y rutilantes como joyas que se exhiben ante las amistades. Derechos civiles es que no le dejen a uno tres días, o tres horas, tirado en un aeropuerto sin darle explicaciones. Derechos civiles es contar con una justicia que resuelva nuestras demandas en un plazo razonable, sin tener que esperar años a verlas resueltas. Derechos civiles es poder enviar nuestros hijos a una escuela pública donde se enseñe en el idioma común a todo el Estado. Derechos civiles es poder elegir el diputado que va a representarnos en el Parlamento, al que podamos dirigir nuestras quejas, con la garantía de que serán atendidas. Derechos civiles es tener asegurado el descanso nocturno, sin que se vea disturbado por un local ruidoso en las inmediaciones, por una panda de adolescentes vocingleros o incluso por la algarabía organizada por las autoridades de nuestro barrio o municipio, financiada encima con nuestro dinero. Derechos civiles es disponer de una enseñanza pública de calidad, que permita a todos los niños y niñas del país alcanzar una preparación suficiente para obtener un empleo al nivel de su inteligencia y aplicación. Derechos civiles es que todos los ciudadanos paguen los mismos impuestos y no haya partes del territorio nacional que aporten menos a los gastos comunes. Esos son los derechos civiles en Francia y en todas las democracias desarrolladas, mientras en España pueden estar en la letra de las leyes, pero no en la práctica de la calle, y algunos de ellos, ni siquiera eso, ya que hemos consagrado constitucionalmente la desigualdad tributaria, algo que va contra la esencia misma del estado de derecho, y sobre lo que Bruselas nos ha llamado la atención por los perjuicios que causa a la comunidad europea. Y si perjudica a la comunidad europea, no quiero decirles lo que nos perjudica al común de los españoles, si es que queda alguno con los nuevos estatutos en trámite.
En cualquier caso, reducir los derechos civiles a los matrimonios homosexuales y a la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, como hace la aludida actriz, no es tomar el rábano por las hojas, que sería hasta cierto punto disculpable dado su horizonte intelectual, sino confundir el culo con las témporas, dicho sea sin segundas.

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