jueves, 16 de octubre de 2008

En Semana Santa por soleares

Me manda el Sr. Gomez García una noticia harto interesante que se titula: En Semana Santa se puede "cantar por soleares, bailar por sardanas o vivir en silencio", según Amigo Vallejo. Del Diario de Sevilla. En ella dice Fray Carlos cosas tan llenas de sentido común que hay que ponerlas de relieve. Como por ejemplo:


El cardenal explicó que a la misma hora, un día de Viernes Santo, puede salir una misma procesión en Sevilla y en Valladolid y, mientras la primera está acompañada por "piropos, vítores y tres bandas de música", a la segunda la rodea un "silencio sobrecogedor". Pero, como apuntó Carlos Amigo, se trata de "el mismo Evangelio".
Por ello aseveró que la Semana Santa se puede "cantar por soleares como en Sevilla, bailar por sardanas en Cataluña o vivir en silencio como en Valladolid o en Medina de Rioseco", localidad de la que el purpurado es natural.
O también:

El arzobispo de Sevilla aseveró que "nadie" debe tratar de decir a las personas que "viven la Semana Santa" que no se trata de una "fiesta religiosa", porque, apostilló "lo que no se celebra, se pierde". Además justificó que se trata de una fiesta porque se conoce el final que es la "apoteosis" de la Resurrección de Jesucristo.


Y muy importante lo que dice y dejo para postre:

apuntó que las principales características de esta época para los católicos son la Fe, la familia y la fiesta.




Sí señor: Fe, familia y fiesta. También fiesta, sí: si los católicos nos caracterizamos porque nos gusta mucho el cachondeo, que es compatible con tener conciencia de que se vive en un valle de lágrimas. Aunque parezca un contrasentido, la vida del cristiano es sin duda alguna una fiesta y debe serlo: si somos ¡Hijos de Dios! Vamos, tela. Como para no estar contento.

A ver si nos queda claro: vivir de acuerdo con el Evangelio, llevando a la práctica el Catecismo y siendo, en la medida en que nos lo permite nuestra miseria (antes pecado, ahora faltas, errores... y no sé que tonterías más)fieles hijos de la Iglesia es ABSOLUTAMENTE COMPATIBLE, con ir a la Feria, tomar copas con los amigos, divertirse, ver que la vida es realmente bella porque es creación de Dios.No sé a quién se le ocurrió la genial idea de que vivir cristianamente la vida es aburrido...

En fin, que esta dimensión hay que explotarla. Cómo Fray Carlos dice: lo que no se celebra, se pierde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buena entrada, señor Aparicio, buena entrada.