miércoles, 26 de noviembre de 2008

Haciendo amigos

Yo, la verdad, de la polémica que se ha montado con la placa a la Madre Maravillas en el Congreso, la vedad es que paso. Sinceramente, nada le aporta a esta santa tener una placa o no. El problema es de este país y de la gente que en él gobierna (y la mayoría que los vota): o son imbéciles (en el sentido noble del término) o tienen muy mala leche. Como Almudena Grandes. Aquí os pongo varios links para que veais:



1º. Su artículo de El País, de donde reproduzco el siguiente fragmento:

Un tribunal ha constatado la muerte de Franco. Qué risa, dicen algunos. Yo prefiero reírme de otras cosas. "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.


2º. Links a artículos que le han contestado:

Antonio Muñoz Molina, en El País

Hermann Tertsch, en ABC

José Luis Alvite, en La Razón.

No tengo comentarios.

No hay comentarios: