Yo, la verdad, de la polémica que se ha montado con la placa a la Madre Maravillas en el Congreso, la vedad es que paso. Sinceramente, nada le aporta a esta santa tener una placa o no. El problema es de este país y de la gente que en él gobierna (y la mayoría que los vota): o son imbéciles (en el sentido noble del término) o tienen muy mala leche. Como Almudena Grandes. Aquí os pongo varios links para que veais:
1º. Su artículo de El País, de donde reproduzco el siguiente fragmento:
Un tribunal ha constatado la muerte de Franco. Qué risa, dicen algunos. Yo prefiero reírme de otras cosas. "Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta". Parece un contrato sadomasoquista, pero es un consejo de la madre Maravillas. ¿Imaginan el goce que sentiría al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos? En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección. Que la desbeatifiquen, por favor. A cambio, pueden beatificar a Bono, porque la pequeña vanidad de su implante capilar es pecado venial frente a tamaña perversión.
2º. Links a artículos que le han contestado:
Antonio Muñoz Molina, en El País
Hermann Tertsch, en ABC
José Luis Alvite, en La Razón.
No tengo comentarios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario