miércoles, 23 de julio de 2008

Reencuentro

Hoy estoy especialmente contento porque me he vuelto a reencontrar con la poesía, que era una actividad bastante olvidada en mi interior. Ya sabéis algunos de los que tenéis conciencia de mi afición que no soy Alberti, Garcilaso ni Bécquer. Pero me gusta expresar mis sentimientos, de vez en cuando, en forma de versos libres y de rima, normalmente, asonante. Ahí va, espero críticas constructivas para mejorar. No tiene título, así que si me sugerís uno que me guste, lo estudio. Poner título a todo es lo más difícil de escribir, desde mi punto de vista.


Qué tienen tus ojos, niña,
esos ojos tuyos que iluminan
la vida, y ¡tanto brillan!
que dan luz al que camina
por esta alegre veredilla.

¿Qué tienen tus ojos?
Tienen soles de oro y lunas de plata;
flechas de azabache y miradas
que roban y hieren el alma

No me apagues, niña, los luceros,
no cierres tus ojos bellos,
que entonces cae la noche,
y envuelto en manto de hielo
se duerme el corazón, frío y yerto.

No hay comentarios: